ETIOPÍA Yirgacheffe Yenenesh

Etiopía, conocida como la cuna del café, alberga algunas de las variedades más antiguas y apreciadas del mundo. En la región de Wegida - Kebele, dentro de Yirgacheffe, se encuentra la finca de Yenenesh, situada a 2.150 metros sobre el nivel del mar. Esta región es famosa por su rica herencia cafetera, donde las variedades autóctonas Heirloom prosperan bajo condiciones ideales y un clima único.

En la granja Yenenesh, el café crece bajo la sombra de falsos plátanos, siguiendo prácticas agrícolas completamente orgánicas. Aunque no cuenta con certificación debido a los altos costos asociados, el compromiso con la calidad y la sostenibilidad es evidente. Cada cereza es recolectada a mano por trabajadores temporales, a pesar de las lluvias extremas que suelen caracterizar la época de cosecha.

Yenenesh, quien heredó la finca de su familia, nació y creció en Idido, Yirgacheffe. Soltera y decidida ha optado por trabajar directamente con Ephtah, logrando mejores precios que al vender su café a lavaderos locales. Además, es miembro del plan de diversificación de ingresos Ama Commitment, que le ha permitido acceder a recursos como camas y mosquiteros gracias a financiamiento parcial.

El procesamiento del café sigue el método natural. Tras la recolección, los granos son secados durante 12 a 16 días. Posteriormente, se almacenan en Moplaco, Gerji, en Addis Abeba, antes de ser transportados por tren hasta Yibuti para su exportación.

Cada taza de café Yirgacheffe Yenenesh es una experiencia sensorial única. Su fragancia enzimática floral se combina con una base de chocolate con leche y notas afrutadas que evocan naranja amarga, uva y especias. Es intenso, floral, con alta acidez y un cuerpo pleno que lo convierte en un tesoro para los amantes del café de especialidad.